Viernes, 07 Abril 2017 17:46

EL REINO CELESTIAL ES UNA CULTURA (Marcos 1:14,15)

Cultura es definida como el conocimiento adquirido que las personas utilizan para interpretar su experiencia y generar comportamientos. Cada nación tiene sus propios modelos o patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, y sistemas de creencias. Dicho en otras palabras, La cultura es el modo de vida desarrollado por un grupo humano y transmitido de generación en generación. 

Todas las naciones poseen su propia cultura y estas se diferencian unas de otras. Es fácil para el hombre moderno entender que es la cultura, especialmente en estos días cuando hay tanto viajero entre los diferentes países del mundo.
Existen muchas culturas en el planeta tierra. Aún dentro de un mismo país se pueden ver sub culturas, pero todas estas tienen algo en común, poseen una naturaleza pecadora y depravada. Esto es lo que distingue las diferentes culturas del hombre con la cultura Celestial. Dicho de otro modo es lo que separa la cultura del hombre con la cultura Celestial.

La Rectitud y la Santidad caracterizan la cultura del Reino de los cielos. El pecado ha marcado la raza humana y a separado al hombre de Dios. El pecado introdujo la cultura existente en el paraíso (esto es en el principio) y la degradó en la subcultura que actualmente vivimos, pero entonces vino Jesús a este mundo y trajo la cultura Celestial con EL, proveyendo así la manera por medio de la cual, el hombre puede ser restaurado a la cultura Celestial y recibir la naturaleza Santa de Dios.

• El Reino de Dios representa la cultura más notable y excelente.
• El pecado representa la baja naturaleza del hombre y produce una subcultura.

La Santidad es la cultura Celestial, traída al hombre por medio de Cristo, enseñada a través del Espíritu Santo y revelada por la Palabra de Dios. (Santidad, Santo, significa “estar separado de”). La Biblia es la revelación de la cultura Celestial y para participar de ella, necesitamos recibir una nueva naturaleza a través del nacimiento espiritual, proponernos nosotros mismos a aprender la nueva cultura y vivir conforme ella enseña. ¡Cuán gloriosa es esta maravillosa disciplina que nos perfecciona moralmente y nos encomienda a Dios!

Existe dos culturas básicas: La Celestial y la terrenal. En el cielo no hay pecado que corrompa la cultura. Donde Dios reina con soberanía, el pecado (egoísmo y rebeldía contra la Ley Divina) no es tolerado en esta cultura. Esto incluye a la iglesia. Rom. 6:19, 2Tim. 2:19.

La iglesia del Señor posee la cultura Celestial y su propósito es establecerla en el mundo, entre tanto que Cristo viene a arrebatar aquellos que se han salido de la cultura mundana del hombre. La Gracia de Dios nos enseña que negando nuestras pasiones mundanas y carnales (cultura), debemos vivir sobriamente, rectamente y santamente en el mundo (cultura). La iglesia no debe tomar para sí la cultura del mundo que lo rodea, o del país donde se encuentre, al contrario debe representar los valores, las leyes y la moral del Reino de Dios y huir de las depravadas culturas mundanales.
“No os conforméis a este siglo (cultura), sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Rom. 12:2.

Conflicto entre dos culturas (Celestial & terrenal)

La Biblia revela dos culturas en conflicto. El vencedor es aquel que no se apega a la cultura de este mundo y se niega a ser corrompido por ella. Hemos tratado de obviar este desacuerdo con el mundo, tratando de acoplar nuestro estilo de vida y moral a sus debilidades. Pero Jesús lo dijo claramente que cuando decidimos consagrarnos a Él y ser discípulos de sus enseñanzas íbamos a estar en conflictos con la mentalidad del mundo y sus pensamientos.

“Yo les he dado tu palabra; y el mundo (cultura) los aborreció, porque no son del mundo (cultura), como tampoco yo soy del mundo (cultura)”. Juan 17:14.

Nunca entenderemos el verdadero sentido de la mundanalidad hasta que seamos conscientes que esta cultura (terrenal) es mala, depravada y que es un sistema de valores opuesto a nuestra meta de cultivar una disciplina moral, tal que produzca un carácter divino en nosotros.

Ha ocurrido un colapso crítico de carácter, ya que muchos han abandonado la cultura de la Santidad enseñada en las Sagradas Escrituras. Hay una guerra entre ambas las cuales representan dos sistemas de valores en conflicto. La cultura Celestial y la terrenal difieren entre sí, en la base de santidad o pecaminosidad. Un cristiano no puede pertenecer a ambas.
El hombre a través de la cultura terrenal, promueve la inmoralidad en las aulas escolares y fomenta la fornicación; ¡Dios no tolera la fornicación y la ha declarado como un pecado mortal! "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios". 1 Cor. 6:9,10.

Los Apóstoles dan mucha importancia a la doctrina de la separación en los escritos del Nuevo Testamento, es por eso que el significado de la doctrina es la separación de las culturas. Usted puede leer acerca de este tema en muchas partes de la Biblia, pero hay tres pasajes en el Nuevo Testamento, que declara esto de una forma clara, sencilla y con un lenguaje fácil de entender.

"Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios (la cultura de santidad) y a las riquezas (la cultura del pecado)” Mat. 6:24.

"Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para SALVACION, MEDIANTE LA SANTIFICACION por el Espíritu y la fe en la verdad." 2 Tes. 2: 13.

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