Jueves, 05 Diciembre 2019 11:48

SALIR DEL POZO REQUIERE PACIENCIA

Es probable que te encuentres en una situación desesperante, puede ser en la familia, en tu Iglesia, con tus hijos, o cualquier otra relación, como puede ser un problema financiero o de salud.
Otros pueden estar desesperados porque necesitan tomar una decisión y no hayan que hacer, están cansados de luchar, de intentar, lo han hecho todo, pero nada que salen del pozo y sienten que cada día como que se hunden más.
La verdad que estar en el pozo no es bueno, allí todo es oscuridad y solo se respira angustia, miedo y desesperanza.
En momentos así, resuenan las palabras del Salmista:
"Pacientemente espere a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre Peña, y enderezo mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán y confiarán en Jehová " (Salmo 40: 1-3).
Salir del pozo requiere que como instrumento llamado por El Señor te conviertas en protagonista y dejes de ser víctima.
Tú has sido llamado para ser el protagonista de tu vida, de tu ministerio, de los planes de Dios con Venezuela y con esta bendita Obra del M.M.M. Pero el protagonista debe esperar en Dios pacientemente antes de actuar, el protagonista observa el horizonte ministerial con optimismo y se convierte en el gerente de su vida, él es proactivo.
Hay una historia de la tradición judía que nos ilustra si somos ¿Protagonistas o Víctimas?
"Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal rebuzno por horas mientras el campesino trataba de buscar la forma de ayudarle pero finalmente decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo necesitaba ser tapado con urgencia, así que echando tierra podía solucionar los dos problemas a la vez.
Con ese fin pidió ayuda a sus vecinos, cada uno tomo una pala y empezaron a echar tierra al interior del pozo. El burro al notar lo que se le venía encima empezó a rebuznar con más fuerza pero después de un rato decidió aquietarse.
La gente no lo veía y pensaba que habría quedado enterrado pero lo que realmente sucedía era que el burro estaba ocupándose de sacudirse la tierra que le arrojaban con cada palabra.
Al poco tiempo para sorpresa de todos, empezaron a verse las orejas del asno que, apoyándose en la tierra que sacudía y caía al suelo, estaba logrando elevarse. Cuando llego a la altura de la boca del pozo, dando un salto, salió corriendo alegremente dejando boquiabiertos a los supuestos enterradores.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
Hay algunas cosas que podemos aprender, en algunos momentos de nuestra vida, podemos tener la sensación de que hemos caído en un pozo muy profundo. Todas nuestras expectativas están por el suelo, los momentos que vivimos son de mucha tensión, no vemos la luz del sol brillar, todo parece oscuridad y en lugar de recibir ayuda lo que recibimos de la gente que nos rodea es juicio, crítica, rechazo y oposición, muchos quieren enterrarnos.
Además aprendemos de este asno, que a pesar de los problemas que se le venían encima al rato se aquieto y comenzó a elegir lo que convenía hacer. No se dejó llevar por los pensamientos negativos, tampoco se enfrentó a las críticas o juicios que le hicieron, no se detuvo en el pasado, en todo lo bueno
que había hecho y que ahora con eso le pagaban, no se quedó quieto preso de la tristeza y el dolor, por el desengaño que se había llevado de su amor, el no adoptó la posición de pobrecito yo, el dejo de ser víctima de las circunstancias y asumió responsabilidad por sus miedos controló sus emociones y no esperó que los demás lo hicieran feliz.
El burro se convirtió en protagonista, porque cada vez que le echaban tierra encima se sacudía fuertemente hasta que pudo salir del pozo. El transformo el problema en una bendición. Nosotros también podemos salir del pozo de la desesperación o del lodo cenagoso si nos convertimos en gerentes de nuestra vida. Todos necesitamos correr con presteza para cumplir con la gran encomienda que nos fue entregada, avancemos sin presiones, sin angustia y corramos con gozo la carrera que tenemos por delante.
Ten en cuenta que todo lo negativo que nos sucede puede ser Transformado en algo positivo, la vida y el enemigo nos puede echar a veces todo tipo de tierra. Si lo interpretas como un problema y te bloqueas sintiéndote víctima de la situación, esa tierra puede acabar con la fructífera carrera ministerial que has emprendido, pero si lo contemplas como un desafío, te ubicarás en la meta de un protagonista.
Estamos llamados a sobreponernos a las adversidades de este tiempo, solo debemos enfocarnos en lo que El Señor no ha hablado, esta nación será visitada por el fuego y la presencia poderosa del Espíritu Santo, y sin lugar a duda tú serás protagonista de lo que viene de camino y pronto sucederá en VENEZUELA, esta nación será llamada tierra de Gracia y de Avivamiento
Estamos finalizando un año difícil, pero con paciencia hemos logrado avanzar y conquistar importantes victorias en nuestra amada Venezuela, celebramos una gloriosa convención que quedará para la historia, también extendimos nuestro radio de acción con sus nuevos presbiterios, además lo que hoy estamos viviendo nos ha hecho desarrollar madures y capacidad ministerial para proseguir adelante.
Para enfrentar el nuevo año se necesitan muchos hombres de Dios, un gran ejército unido que crea en el valor de las cosas pequeñas. Gente que construya la historia y no se deje arrastrar por los acontecimientos.
Necesitamos valientes guerreros, debemos perseverar en oración y suplica por nuestro país, vamos a intensificar los ayunos, vigilias, retiros y otros; la ORACIÓN eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16).
Necesitamos más obreros que se arremanguen con nosotros, y menos demoledores que apunten solo a la fatalidad. Más gente que almacene esperanza y menos frustrados que acarreen toneladas de desánimos Dios en nosotros es esperanza de cambio y bendición, no solo para nosotros mismos sino para los demás. Atrevámonos a ser instrumentos de bendición y paciencia en las benditas manos del Señor.

Adelante, feliz año 2020 junto a tu amada familia e Iglesia, que Dios te bendiga por siempre, Te Amamos

Rev. Ricardo Manrique y Gladys de Manrique

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